domingo, 23 de febrero de 2014

El Clasicismo 1750 - 1827

La música del clasicismo se define como el reino de la melodía que busca la simetría.


El Clasicismo es un periodo que se sitúa entre el Barroco y el Romanticismo. Suele fecharse entre 1750 (muerte de J.S.Bach) y 1827 (año en el que muere Beethoven). Es una etapa corta que marca 
la transición de la Edad Moderna a la Edad Contemporánea. 

En este periodo se produce una vuelta a los ideales de la cultura clásica grecorromana, basados en el equilibrio, la sencillez y la belleza; por ello, en el resto de las artes se conoce a este periodo como "Neoclasicismo". 

No sucede esto con la música, ya que no pueden copiar los modelos clásicos porque se han conservado; sin embargo, sí van a compartir la “búsqueda de la belleza” y la “perfección formal”.

Entre los precursores de la música de este periodo podemos nombrar a dos de los hijos de Bach, pero los tres compositores que se van a convertir en las grandes figuras de este periodo son Haydn, Mozart y Beethoven,  que trabajarán en Viena.



La música religiosa va a estar en decadencia en esta época, ya que tanto la música instrumental como la ópera se van a convertir en géneros mucho más solicitados por el público.

La única música religiosa que destacará es un tipo de misa especial que va a adquirir gran importancia en este periodo es el Réquiem.
El Réquiem es la música compuesta para la misa de los difuntos de la Iglesia católica. Dicha música es ligeramente distinta de la de otras misas, ya que se prescinde de las partes consideradas demasiado alegres para una ocasión de dolor.


Este periodo es el más importante para el género operístico.
Este género, nacido en el Barroco, experimentará durante el Clasicismo un cambio, se eliminarán los excesos barrocos y se tenderá a la naturalidad y acercamiento del argumento al público. 

A mediados del siglo XVIII, y especialmente en Francia, la ópera seria había alcanzado una gran complejidad y artificiosidad: los argumentos sobre temas mitológicos eran demasiado sofisticados y difíciles de entender.

En 1752 se produjo un cambio, ya que una compañía ambulante de ópera se instaló en París y presentó la famosa ópera bufa de Pergolesi "La serva padrona". 
Su éxito fue muy grande, hasta tal punto que se crearon dos bandos, uno que va a defender este tipo de ópera y otro que va a estar en contra. A este enfrentamiento se le conoce como "La querella de los bufones".

En una lado estarán los que defendían la tradición de la ópera seria francesa, mucho más elaborada que la ópera bufa italiana, a la que acusaban de frívola y superficial. Encabezaba este grupo Rameau.

En el otro bando, estaban los defensores de la ópera bufa que había llegado desde Italia, la cual consideraban que se ajustaba mejor a los ideales del Clasicismo de sencillez y claridad. Era 
mucho más fácil de entender para todo tipo de público, ya que sus argumentos eran mucho más cercanos al pueblo y además destacaban por la belleza de sus melodías. Al frente de este grupo estaba Rouseau y algunos otros enciclopedistas.

Se trata por lo tanto de una ópera mucho más fresca y alegre que la ópera seria. Esto no es extraño si tenemos en cuenta que su principal misión era la de entretener al público, cada vez más amplio y sin conocimientos musicales. 
Mozart, que como hemos dicho será uno de los principales compositores de este género, escribirá óperas bufas tanto en italiano (Las bodas de Fígaro) como en alemán (La flauta Mágica). La ópera bufa italiana llegó a toda Europa. En Alemania se denominó Singpiel y en Francia se llamó Ópera Cómique.

Durante el periodo del Clasicismo los instrumentos experimentan cambios notables. Algunos de los instrumentos de la época barroca van cayendo en desuso. Por ejemplo el clave es reemplazado por el piano, que posee mejores posibilidades dinámicas que el primero. Otros como el laúd, la flauta de pico o la viola de gamba tienden a desaparecer, ya que sus características tímbricas no se 
adecuaban al nuevo estilo musical.

El clave se sustituirá por el piano actual.

Otros instrumentos, sobretodo los de viento, mejorarán sus posibilidades ya que serán mejorados técnicamente por los constructores. Esto permitirá ampliar registros, mejorar timbres,…

Una de las grandes aportaciones del Clasicismo fue la mejora e incorporación del clarinete a la orquesta. Este instrumento de viento fascinó a Mozart, que compuso para él uno de sus más bellos conciertos.

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